Dicen los expertos que una mayor integración económica entre los países de América Latina y el Caribe hará más competitiva a la región en los mercados internacionales e impulsará el crecimiento económico a largo plazo.

Los Gobiernos Latinoamericanos deben ser conscientes de la necesidad de facilitar las políticas de intercambio comercial, se debe superar el 20% de las exportaciones interregionales que tenemos frente a mercados como el europeo y asiático que tienen entre 60% y 50% respectivamente entre sus regiones.

Para estimular la actividad económica localmente, es indispensable la reducción de aranceles, esto atraerá inversión extranjera, posibilitando el intercambio de conocimiento y facilitando el ingreso en los mercados de exportación.

Es de anotar que, no solo bajando los aranceles se logra la integración, sino mejorando las condiciones de costos de transporte e infraestructura. Con la desaceleración económica mundial los costos de fletes internacionales en muchas ocasiones son más bajos que los transportes internos de un país, y esto se debe a los altos peajes que deben pagar los transportistas “supuestamente” para mantener y mejorar las vías, pero no es así, al final el deterioro de las carreteras sigue siendo un problema para los transportadores que deben asegurar a sus clientes llegar a tiempo y entregar en buenas condiciones las cargas, por lo que deben invertir frecuentemente en mantenimiento de sus vehículos.  Más del 50% de las vías están sin pavimentar, haciendo oneroso el transporte interno en nuestra región.

Un punto adicional a tener en cuenta, es la conexión marítima. Estados Unidos es el principal líder en este aspecto. El potencial de Panama es su posición geográfica, su fortaleza debe ser la de brindar a sus países vecinos la conectividad a través de sus puertos y vender al mundo su vocación y liderazgo en carga transbordo.

Los retos de Panama en su política de integración siendo el HUB central de la zona Interoceánica, está en fortalecer el canal, promocionar sus puertos bioceánicos, expandir sus operaciones de intermodalidad mar – aire, apoyar la logística como valor agregado y firmar acuerdos de integración económica. Esto se logra ajustando normas y procedimientos, para permitirles a las empresas utilizar elementos de otros países sin perder el acceso preferencial, con el fin de aprovechar los acuerdos comerciales (donde cada país pueda beneficiarse, economías mas pequeña integrándose a economías mas grandes).

En Latinoamérica estamos obligados a mejorar la productividad, competitividad y calidad de vida de la región.